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Cualquier persona que tenga un poco de espíritu emprendedor sabe lo importante que es plasmar las ideas en algún tipo de documento. Esto te servirá para darle forma al modelo de negocio.
Hasta hace algunos años, lo más habitual era que, para comenzar un nuevo negocio, realizabas un estudio o análisis de mercado junto con un plan de empresa o plan de negocio. Pero en la época en la que estamos, en la que las startups aparecen y, si la idea es buena, crecen de forma exponencial en muy poco tiempo, esos modelos de negocio, formas de hacer las cosas y por ende, el plan de empresa, son muy diferentes.
Cuando hoy comienzas un nuevo negocio, es muy habitual no saber gran cosa sobre el mercado, los futuros clientes, propuesta de valor, etc., por lo que hacer un plan de empresa no tiene mucho sentido.
¿Entonces no es necesario realizar un plan de empresa?
Sí. Llegarás a necesitar un plan de empresa, pero seguramente verás esa necesidad una vez avanzado el negocio.
Lo primero es dar con un problema que afecte a un grupo de usuarios, para poder así definir una idea que aporte una solución. A continuación es fundamental hacer un borrador de modelo de negocio y probar nuestras hipótesis de forma cuantitativa y cualitativa, con lo que ya podemos completar nuestro modelo de negocio y desarrollar nuestro primer producto mínimo viable (PMV). Una vez que tengas ese PMV, puedes empezar a vender y ver si realmente el producto (o servicio) funciona, o si es necesario «pivotar» y cambiar el modelo de negocio. Es lo que se conoce como el «método Lean Startup«.
Ahora sí. Necesito un plan de empresa.
Ya hemos aprendido sobre nuestros clientes, sobre cómo se mueve el mercado relacionado, sobre mi producto, realizando una inversión mínima. Es el momento de dar un paso más en el negocio y redactar un plan de empresa.
Un plan de empresa o plan de negocio debería tener:
1.- Resumen ejecutivo: aquí debes plasmar la idea de tu negocio en tan solo unas palabras. Es lo que se conoce en el mundo emprendedor como el «pitch». Tienes que ser capaz de explicar de manera muy breve y concreta el problema que tienen tus clientes, la solución que aporta tu modelo de negocio y cómo ganas dinero con esa solución.
2.- Equipo: tienes que explicar quiénes forman la empresa y qué aporta cada miembro del equipo. Es un poco como mostrar el CV de cada uno de ellos.
3.- Plan de marketing: IMPRESCINDIBLE. Es uno de los puntos más importantes a tener en cuenta, ya que es lo que te permitirá crecer como negocio. Tendrás que hablar aquí de tu producto, segmento de clientes a los que se dirige, como llegas a esos clientes, precio de mercado, competencia, etc.
4.- Plan de operaciones: en este punto tendrás que profundizar en los siguientes pasos que quieres dar como empresa. Cuales van a ser las actividades clave a realizar para afianzar el negocio.
5.- Plan económico: toca hablar de dinero. De inversión y de beneficios. Dependiendo del tipo de negocio, deberás analizar al menos el siguiente año de vida de la empresa de forma mensual (en algunos casos serán los próximos 3 años) y de forma trimestral los siguientes 2 años (o los próximos 5 años, en el caso). Esta es, sin duda alguna, la parte más difícil de realizar de un plan de empresa. Sé realista, si no el plan de empresa no te servirá de nada. Analiza los costes de producción de tu producto o servicio, costes de distribución y venta, beneficios, necesidades de financiación, etc.
Tienes que tener en cuenta en todo momento, que no se trata de redactar un «super documento» de empresa, extenso y tocho. El plan de empresa no debería tener más de 20 páginas. Piensa que ese documento será clave para presentarlo a posibles inversores y que ellos, no quieren leer tanto para saber si tu negocio les interesa o no.
¿Qué te aporta el plan de empresa?
Mucha información interesante sobre tu modelo de negocio. Ese documento describe de forma clara un problema, la solución que nuestra empresa aporta y cómo se gana dinero con esta solución. Además, debe aportar la propuesta de valor y qué nos diferencia de la competencia, así como unas cifras económicas aproximadas.
El plan de empresa nos permitirá refrescar las ideas en momentos concretos de la vida de la empresa y nos servirá para saber si vamos por buen camino, o si nos estamos equivocando y debemos «pivotar» nuestra idea de negocio. Además, como ya hemos comentado anteriormente, será un documento imprescindible de cara a los posibles inversores que te permitirá crear interés. Si el plan de empresa describe un problema concreto, una solución a ese problema y una forma de ganar dinero con ella, generará el interés suficiente para que el inversor quiera saber más sobre el negocio.