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En toda empresa, independientemente del sector al que dedique su actividad profesional, debe existir un plan de marketing anual. Es algo imprescindible para poder seguir una estrategia de marketing que resulte efectiva y productiva.
¿Qué debe tener un buen plan de marketing?
Lo primero que tenemos que tener claro a la hora de elaborar un plan de marketing es que tiene que ser real. ¿A qué nos referimos con esto? A que si tu negocio es una panadería de barrio no pretendas tener el mismo plan de marketing que un supermercado o que grandes marcas comerciales. Cada tipo de empresa o negocio debe tener un plan acorde a sus características.
Tiene que ser claro, conciso y su contenido debe ser comprensible y práctico. Debe reflejar unos objetivos reales y medibles (no vale decir que quiero vender más barras de pan en general, hay que decir que quiero llegar a vender 100 barras de pan al día). Se debe poder llevar a cabo, es decir, las acciones que pongas dentro de tu plan de marketing tienen que ser factibles de realizar.
5 preguntas que debes contestar para elaborar tu plan de marketing
1.- ¿En qué momento estamos en la empresa?
Hay que analizar el punto desde el que partimos, el alcance que tiene la marca o el producto actualmente. Para ello, un buen análisis DAFO puede ser una muy buena opción, ya que también hay que evaluar a la competencia. Es importante ser realistas en este punto, porque de ello dependerá el resto del plan de marketing.
2.- ¿Quién es mi cliente?
Tendrás que determinar el mercado al que te quieres dirigir, qué caracteriza al consumidor potencial de tu producto o servicio, cuál es su rol, en que entorno se mueve. Analiza el sector profesional que encaja tu negocio. Conoce a tu buyer persona. Esto te ayudará en el futuro a establecer una mejor relación con los clientes, realizar comunicaciones más efectivas y optimizar los recursos de los que dispongas.
3.- ¿Qué objetivo quiero alcanzar?
Esto es un punto muy importante. Debe ser algo concreto, real, medible y alcanzable (repetimos lo que hemos dicho antes: no quiero vender más barras de pan, quiero llegar a vender 100 barras de pan al día). Y, además, debes establecer unos tiempos concretos para conseguirlos. Esa es tu meta. Analiza aspectos como tu propia capacidad de producción y distribución del producto, o la capacidad que tienes a la hora de ofrecer un determinado servicio (en número de horas de trabajo, por ejemplo), el valor y la cuota de mercado, precios de la competencia, etc.
4.- ¿Cómo voy a alcanzar esos objetivos?
Es decir, ¿cuál va a ser mi estrategia de marketing? Desarrolla de forma lo más detallada posible las distintas acciones que vas a realizar. Establece un calendario de acciones, planifica los pasos a seguir y anticípate a los posibles resultados. En este punto deberás establecer cosas como el precio de venta de tu producto o servicio, los canales de distribución, formas de promoción, vías de captación de clientes, etc.
5.- ¿Cuánto dinero me va a costar?
Esta es quizás una de las partes más complicadas a la hora de realizar un plan de marketing. Aquí es donde vamos a decidir que cantidad de dinero queremos invertir y cuanto nos va a costar. En determinadas ocasiones es bastante complicado evaluar los costes de una campaña o pueden surgir situaciones en las que se nos disparen los gastos. Pero en la medida de lo posible, todo debe estar contemplado en el plan de marketing. Haz una estimación real de ventas, una previsión de gastos (y añádele un poco más), evalúa los costes reales de realizar tu trabajo (cuanto pagas de alquiler de la oficina, teléfono móvil, internet o cuanto te cuesta fabricar una barra de pan y ponerla a la venta en un escaparate, por ejemplo). Debes analizar los costes de cada acción que hayas pensado realizar en el punto 4.